Ya no puede sostener casi nada,
sus manos tiemblan todo el tiempo.
Su visión es borrosa, tenue;
su respiración lenta, dificultosa.
Su voz apenas tiene fuerzas para emitir
alguna que otra palabra.
Sus pasos…
Sí, alguna vez fueron sus pasos.
Su memoria es débil,
apenas logra recuperar algún vago recuerdo
de los que aún deambulan extraviados
por los laberintos de su mente.
Todo en casa es ausencia, cansancio, derrumbe.
Todo se ha vencido…
Todo se ha vencido bajo el abrupto peso del silencio.
Todo…menos el olvido.
Las viejas tejas del techo caen,
se desmoronan,
las paredes descoloridas ocultan alegrías perdidas,
los árboles del patio silentes,
sin aquellas aves que hacían vibrar con sus cantos
sus, ahora, resecas ramas;
la brisa imperceptible,
casi detenida;
el hastío…
¡Ah! ¡La vida…!
¿Dónde estaba el sentido de la vida?
Creo que si alguna vez lo encontró,
también lo ha olvidado.
Y es que es tan frágil la vida…
Un frágil y fugaz pulso en medio del resplandor.
No puede aferrarse a lo que le resta de ella
ni siquiera intentando retener remembranzas
con su lejana mirada.
Tiene los ojos grises,
tiene los tiempos contados.
Quizás lo sabe; de seguro lo sabe.
Son los mismos tiempos que han andado sus pasos,
los mismos que se escurren
por entre las arrugas de sus manos.
Y es que todos tenemos los tiempos contados,
pero apenas alcanzamos a percatarnos de ello
cuando ya es demasiado tarde.
No,
no puede atraparse la vida
ni retenerse en un suspiro.
Se muda.
De un momento a otro se muda.
Aquí, o a otra parte. Da igual.
Ha cosechado.
Ha sembrado. Ha vuelto a cosechar.
Y es que todo ocurrió tan de prisa…
Más, ahora, la vida frente a sí se ha ralentizado.
Hoy espera la lluvia.
Sí, quizás llueva.
Y luego, quizás luego, llegue el otoño.
E inevitablemente todo cambiará.
Puede que se transforme y le salgan alas,
puede que sea semilla en lo profundo de la tierra,
puede que sea aire, o nube, o luz…
o simplemente puede que ya no sea más.
No es ausencia.
No es presencia.
Es trascendencia,
más allá de sí,
más allá de todo sentido.
Es así.
Y es todo.
Al final,
y después de mirar en retrospectiva,
te das cuenta de que la vida resulta
pesadamente larga…
E inexplicablemente corta.
Neurin Suárez
#NeurinSc